Hace un par de años enfermé, tenía dolor abdominal, malestares diversos y todo lo que comía me caía muy mal. El médico me indico que debía tomar pastillas de por vida , yo me pregunté como era posible que mi bienestar y mi futuro fuera de esta forma, vivir con síntomas y pastillas, no me cuadraban en la cabeza.

Entonces comencé a averiguar qué podía hacer para ayudar a mi cuerpo, me empoderé, aprendí y apliqué diversas recomendaciones, seguí distintas dietas, cambie mi estilo de vida, cambie la comida procesada y mi cuerpo iba cambiando con ello.

Estuve experimentando en mí misma, pase por ensayo y error y si bien ya había mejorado bastante mis malestares, además de ir recuperando mi peso normal, sentía que mi ansiedad aumentaba y no me sentía en total bienestar.

Un día leí un libro que hablaba sobre las grasas, a lo que siempre le tenemos miedo, decía que eran beneficiosas para nosotras, que calmaban tu ansiedad, que te nutrían, que te ayudaban a perder peso.

Yo siempre sacaba las grasas de mi vida, incluso las grasas saludables, almendras, avellanas, aceite de coco, palta, frutos secos, huevos.

Pero cuando comencé a introducir estos alimentos a mi dieta, mi vida cambio en un 100%, se fue por completo mi ansiedad, mis molestias abdominales, mi peso se regulo y me sentía por fin en bienestar. Luego me formé como Coach en cambio de hábitos y fundé Kremosa.

Está es la razón de porqué hoy empoderamos a las mujeres para que tomen decisiones alimenticias conscientes que contribuyan a su bienestar y felicidad a largo plazo.